domingo, 11 de diciembre de 2011

VIOLENCIA VERBAL

Después de una legislatura y el inicio de otra el área de urbanismo se ha dignado a recibirnos, ADISA, (creo que algo tiene que ver las innumerables peticiones, la instancia por vía oficial, la denuncia pública y posiblemente la influecia de algún superior). Llegamos a la cita en las instancias municipales y a un despacho para tal propósito, antes de empezar y apenas sentados (ell@s, nosotr@s ya venimos de serie) el concejal de urbanismo nos dispara a bocajarro, a traición y con alevosía la siguiente frase: “Queréis las leyes a vuestro antojo y adaptarlas a vuestros caprichos, si queréis eso id al Parlamento Vasco par que os las cambien”. Cuando te dicen esto te dan ganas de marcharte sin ni tan siquiera decir adiós, pero tenemos un cometido y a eso hemos venido. Nos ha desarmado, nos ha desmoralizado, ha dejado al descubierto su despotismo. La única respuesta posible hubiera sido “no, solo me conformaría con que se aplicasen las ya existentes” pero después de las heridas sufridas no creo que se me entendiera. En unos instantes comienza la reunión como si nada hubiera pasado, comentamos expedientes y la impresión que tenemos sobre la dejadez del área de Urbanismo, finaliza la reunión con la promesa de cooperación y coordinación para facilitar el trabajo en ambos sentidos. Tras unos días nos llegan los expedientes analizados con resoluciones que poco o nada tienes que ver con nuestras demandas que van encaminadas a la accesibilidad, a los establecimientos en cuestión les han requerido de todo menos la adecuación para hacerlo accesible.

Simultáneamente, por la calle los dueños de algunos de estos establecimientos, me increpan y me dicen que en los momentos que estamos no están en disposición de hacer esos gastos y además no les han sido requeridos por el Ayuntamiento, que lo único que hemos hecho ha sido fastidiarles para la apertura de su negocio, que una rampa igual ni la tienen que usar nunca y les importa un bledo. Mes gustaría saber si opinan eso mismo, por ejemplo de la obligación de poner extintores, también cuestan una pasta y ojala no los tengan que utilizar nunca. Les suelo decir que son malos comerciantes puesto que no explotan al máximo su negocio pues dejan un sector fuera de su ámbito y son infractores al no cumplir la ley.

Al final parecemos nosotr@s los delincuentes, perdemos amistades y somos estigmatizados por pedir que se cumplan nuestro derechos.

Quiero ser justo y no culpar a un equipo de gobierno por los desmanes de un área en concreto. Como contrapartida el área de Obras y servicios jamás nos ha puesto pegas y esta dispuestos a colaborar, veréis una anécdota que me ocurrió también el otro día, fui a hablar con el concejal y en ese momento no estaba, me atendió la aparejadora muy amablemente y al marchar me indico que siempre se agradece la colaboración nuestra, pues no siempre ellos tienen “nuestros ojos” y se les escapan cosas que nosotros podemos indicarles. Mi sorpresa fue mayúscula y casi lloro de la emoción por la lección de humildad. Esto en oposición a los técnicos de urbanismo que desde su poltrona nos dicen lo equivocados que estamos, que, como vamos a saber (los colectivos afectados) si ellos son los profesionales. Ojala les ocurra como lo del extintor, que nunca tengan que utilizar lo que nosostor@s hemos reclamado previamente.

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